No nos deja de fascinar la historia del McRib, el bocadillo de carne de cerdo de la cadena de comida rápida McDonalds. Su intermitencia en las tiendas de la cadena ha hecho de él algo así como un mito. Ya sabes que lo que a nosotros nos gusta es la comida sana… pero si no puedes resistir sin él o quieres hacer una versión algo más elaborada, sigue este post al pie de la letra.
¿Qué voy a necesitar?
Una costilla sin hueso. Ya sabes que solo tienes que pedirlo en tu tienda 😉
Salsa barbacoa. La que más te guste.
Un panecillo. Puede ser con semillas. Recuerda que debe ser esponjoso.
Un poco de cebolla.
Pepinillo.
¿Cómo consigo mi McRib casero?
En una plancha o sartén bien caliente, con un poco de aceite, cocina bien la costilla. Vuelta y vuelta cuando esté bien dorada. Si tienes barbacoa, no dudes en hacerla a la parrilla. Te va a quedar mucho más bueno.
Cubre la costilla, mientras esté caliente, con salsa barbacoa.
Colócala en el panecillo ligeramente caliente. No lo pongas en la tostadora… se tostará y no quieres esa textura crujiente. Puedes usar el microondas -unos pocos segundos- o calentar un poco el horno y dejarlo muy poco tiempo. El justo para que se caliente.
Pon un poco de cebolla y pepinillo en láminas encima de la costilla. Cubre el bocadillo con la otra mitad del panecillo y sirvelo.